
Reflujo ácido infantil: señales que los padres a menudo pasan por alto
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Tiempo de lectura 4 min
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El reflujo ácido se asocia comúnmente con adultos, pero los niños también pueden padecerlo. El reto para los padres es que los síntomas en los niños suelen ser sutiles y fáciles de pasar por alto. Desde tos crónica hasta noches de insomnio e irritabilidad inexplicable, este blog destaca los signos sutiles del reflujo ácido en niños que los padres suelen pasar por alto.
Aviso legal: La información proporcionada en esta entrada del blog es solo para fines informativos y de conocimiento general, y no constituye asesoramiento médico. Consulte siempre con un profesional de la salud calificado antes de tomar cualquier decisión sobre su salud o tratamiento. Si experimenta reflujo ácido persistente o grave, busque atención médica de inmediato.
Aunque la regurgitación o el malestar estomacal ocasionales son comunes en los niños, los síntomas persistentes o inusuales pueden indicar reflujo. Estos son algunos de los signos que suelen pasar desapercibidos:
Tos crónica o sibilancias, especialmente durante la noche, causadas por el ácido del estómago que irrita la garganta y las vías respiratorias.
Ronquera o dolor de garganta que ocurre sin un resfriado, posiblemente debido a que el ácido llega a la laringe.
Problemas dentales como la erosión del esmalte que provoca caries y sensibilidad.
Mal aliento frecuente a pesar de una buena higiene bucal, debido a la exposición al ácido.
Alteraciones del sueño, incluidos despertares nocturnos, incomodidad al estar acostado o inquietud.
Dificultades para alimentarse o comportamiento selectivo al comer: los niños pueden evitar alimentos que les causan dolor.
Irritabilidad o cambios de humor derivados de un malestar continuo.
Debido a que estos signos se superponen con problemas cotidianos de la infancia, muchos casos de reflujo ácido en niños pasan desapercibidos hasta que los síntomas se vuelven más graves.
Lo complicado es que muchos de los síntomas del reflujo ácido se solapan con los problemas cotidianos de la infancia. Por ejemplo:
Debido a que el reflujo ácido no siempre se parece a la acidez estomacal “clásica” en los niños, es posible que los padres no conecten los puntos hasta que la afección se vuelva más grave.
Si sospecha que su hijo puede estar sufriendo reflujo ácido, aquí hay algunos pasos prácticos que puede seguir:
Seguimiento de los síntomas : lleve un diario de cuándo ocurren los problemas (especialmente después de las comidas o por la noche).
Revise la dieta y los hábitos : limite los alimentos ácidos o picantes, evite las comidas nocturnas y anime a su hijo a comer porciones más pequeñas.
Ajuste las rutinas a la hora de acostarse : mantener la cabeza ligeramente elevada durante el sueño puede reducir el reflujo nocturno.
Siga los consejos médicos : en algunos casos, un médico puede recomendar medicamentos para reducir el ácido y prevenir una mayor irritación.
Los niños a menudo no describen el reflujo ácido de la misma manera que lo hacen los adultos; por ejemplo, es posible que no mencionen “acidez estomacal”.
Síntomas sutiles como tos, dolor de garganta o alteración del sueño pueden ser signos de reflujo ácido.
El seguimiento de los síntomas y la consulta al pediatra ayudan al diagnóstico precoz.
Cambios simples en la dieta, la rutina y la posición para dormir pueden brindar alivio, pero la orientación médica es clave si los síntomas persisten.
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Sí. El reflujo es bastante común en bebés, aunque suele mejorar con el crecimiento. Sin embargo, los síntomas persistentes o graves pueden requerir evaluación médica.
Los alimentos ácidos (como los cítricos y los tomates), el chocolate, las frituras y las comidas picantes son desencadenantes comunes. Comer demasiado cerca de la hora de acostarse también puede empeorar los síntomas.
Si su hijo tiene tos persistente, dificultad para tragar, vómitos frecuentes, crecimiento deficiente o sueño interrumpido, es importante consultar con un pediatra.
Sí. El ácido estomacal puede erosionar el esmalte dental, provocando caries y sensibilidad. Si su hijo tiene problemas dentales sin causa aparente, el reflujo podría ser un factor contribuyente.