
Acidez estomacal relacionada con hernia: Cómo reconocer los síntomas de la hernia hiatal
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Tiempo de lectura 5 min
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Si experimenta acidez estomacal o reflujo ácido con frecuencia, que no mejora solo con cambios en la dieta, una hernia de hiato podría ser la causa. Este artículo explica cómo las hernias de hiato afectan la digestión, qué síntomas observar y cómo controlarlos eficazmente.
Aviso legal: La información proporcionada en esta entrada del blog es solo para fines informativos y de conocimiento general, y no constituye asesoramiento médico. Consulte siempre con un profesional de la salud calificado antes de tomar cualquier decisión sobre su salud o tratamiento. Si experimenta reflujo ácido persistente o grave, busque atención médica de inmediato.
Una hernia hiatal se produce cuando una parte del estómago sube a través del diafragma hacia la cavidad torácica. El diafragma normalmente ayuda a sostener el esfínter esofágico inferior (EEI), una barrera esencial que impide que el ácido estomacal entre en el esófago.
Cuando una porción del estómago sobresale del diafragma, este soporte se debilita. Esto puede aumentar la probabilidad de reflujo ácido y acidez estomacal , especialmente después de las comidas o al acostarse.
Las hernias hiatales pueden ser desde pequeñas y asintomáticas hasta grandes y disruptivas. Cuando se presentan síntomas, suelen coincidir con la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE), lo que puede complicar el diagnóstico.
Los síntomas clave incluyen:
Acidez estomacal frecuente, especialmente después de comer.
Regurgitación de alimentos o líquidos ácidos
Sensación de plenitud o presión detrás del esternón.
Dificultad para tragar (especialmente con hernias grandes)
Dolor ocasional en el pecho no relacionado con el corazón.
Síntomas que empeoran al acostarse o agacharse
Algunas personas también experimentan tos crónica, ronquera o una sensación de un nudo en la garganta, especialmente cuando el reflujo ácido es persistente.
Si bien el reflujo ocasional es común, los síntomas persistentes o inexplicables, especialmente si no responden a la dieta ni a la medicación, pueden justificar una evaluación más profunda para detectar una hernia hiatal.
Es posible que desee hablar con su proveedor si:
La acidez estomacal ocurre más de dos veces por semana
Los síntomas persisten a pesar de los cambios en el estilo de vida y los antiácidos.
Tiene dificultad para tragar o regurgitación frecuente.
El reflujo empeora por la noche o interrumpe el sueño.
Siente presión o plenitud persistente en el abdomen superior después de las comidas.
El tratamiento suele depender de la gravedad de la hernia y de la frecuencia de los síntomas de reflujo. Muchas personas pueden controlar los síntomas leves o moderados con métodos no quirúrgicos.
Coma comidas más pequeñas y lentas, idealmente distribuidas a lo largo del día.
Evite comer entre 2 y 3 horas después de acostarse.
Abstenerse de beber grandes cantidades de líquido durante las comidas.
Este enfoque reduce la presión sobre el estómago y minimiza los episodios de reflujo ácido.
Ciertos alimentos tienen mayor probabilidad de empeorar el reflujo ácido durante el tratamiento. Estos pueden incluir:
Frutas cítricas y jugos
salsas a base de tomate
Chocolate
Alimentos fritos o grasosos
bebidas carbonatadas
bebidas con cafeína
Menta
En lugar de eso, concéntrese en:
Proteínas magras (pollo, pescado, tofu)
Frutas no cítricas (plátanos, melones)
verduras cocidas
Avena o cereales integrales
Si no está seguro de cuáles son sus desencadenantes, considere llevar un diario de alimentos y síntomas para registrar sus reacciones a lo largo del tiempo. También puede realizar el cuestionario gratuito de Claisen para obtener información personalizada sobre su salud intestinal.
Evite reclinarse o acostarse durante al menos 2 o 3 horas después de comer , ya que esto le da tiempo a la gravedad para ayudar a la digestión y evita que el ácido se mueva hacia arriba al esófago.
Si sufre de reflujo nocturno , intente elevar la cabecera de la cama de 15 a 20 cm o usar una almohada en forma de cuña. Esta posición puede reducir significativamente el reflujo ácido durante el sueño.
Existen medicamentos de venta libre y con receta para tratar el reflujo ácido. Estos medicamentos actúan suprimiendo la producción de ácido estomacal o neutralizándolo. Las opciones más comunes incluyen:
Carbonato de calcio (por ejemplo, Tums)
Agentes a base de alginato (por ejemplo, Gaviscon)
Bloqueadores H2 (p. ej., famotidina)
Inhibidores de la bomba de protones (IBP) (p. ej., omeprazol)
Estos reducen la producción de ácido y ayudan a controlar la irritación esofágica. Sin embargo, no corrigen el problema estructural que causa la hernia.
Si los síntomas persisten a pesar del tratamiento médico, o si se presentan complicaciones como esofagitis o estrechamiento esofágico, se puede considerar la reparación quirúrgica. El procedimiento más común es la funduplicatura laparoscópica de Nissen , que restaura la función del EEI y reposiciona el estómago.
Una hernia hiatal es una condición estructural que aumenta la probabilidad de reflujo ácido al debilitar el soporte del EEI.
Los síntomas a menudo se superponen con los de la ERGE, pero pueden incluir signos adicionales como presión en el pecho, regurgitación o dificultad para tragar.
Las modificaciones del estilo de vida y la terapia de supresión de ácido son tratamientos de primera línea.
La cirugía se reserva para casos graves o que no responden al tratamiento.
¿Listo para un alivio personalizado del reflujo ácido? Completa el cuestionario de salud intestinal de Claisen para identificar los desencadenantes específicos de tu reflujo y recibir recomendaciones basadas en evidencia adaptadas a tu perfil digestivo.
Sí. Las hernias hiatales pequeñas suelen ser asintomáticas y pueden detectarse incidentalmente. Los síntomas suelen presentarse cuando hay reflujo ácido.
No. La mayoría de los casos se tratan de forma conservadora con dieta, estilo de vida y medicación. La cirugía solo se recomienda cuando los síntomas son graves o surgen complicaciones.
Las hernias de hiato no suelen resolverse espontáneamente. Sin embargo, los síntomas suelen poder controlarse con el tratamiento adecuado.